La pintura es un producto fluido aplicado sobre una superficie en capas relativamente delgadas, se transforma al cabo del tiempo en una película sólida que se adhiere a dicha superficie, de tal forma que recubre, protege y decora el elemento sobre el que se ha aplicado.
Objetivos:
- Proteger los diferentes soportes de las agresiones a las que puedan ser sometidos, tanto físicas como químicas.
- Conferir a la pieza un mejor aspecto estético para conseguir un mejor acabado.
- Disminuir la gravedad de los fallos que no se puedan evitar.
- Evitar accidentes.
- Conservar los bienes productivos en condiciones seguras de operación
- Reducir costes.
- Prolongar la vida útil de los bienes.
Tipos de pintura:
- Esmalte graso.
- Esmalte sintético.
- Epoxica.
Esmalte graso:
Se utiliza tanto para el interior como exterior, y tanto para paredes y techos como para muebles, puertas, ventanas, metales, etc. Ofrece resistencia al agua, pierde brillo si está expuesto al sol, es fácilmente lavable, buena resistencia al frote, secado lento, especialmente a bajas temperaturas, y buena extensibilidad.
Esmalte sintético:
Este es el tipo de pintura que mejor conserva el brillo, incluso a la intemperie. El acabado es liso, con aspecto mate, satinado o brillante. Se utiliza mucho para proteger superficies de metal y de madera, tanto en el exterior como interior.
Epoxica:
Pintura que posee resina epoxídica como ligante, que incrementa la resistencia a la corrosión, abrasión y a los productos químicos. También llamada pintura epoxídica.